Los seres humanos atraviesan diferentes etapas a lo largo de su desarrollo y evolución, siendo la adolescencia un momento de cambios neurofisiológicos vertiginosos y de reorganización interna donde el sujeto busca sentido a la existencia; remite también a la búsqueda permanente de identidad que le permita” ser en el mundo “.

El alarmante aumento de la agresión adolescente en todos los sectores de la vida, independientemente de la clase social, nos obliga a reconsiderar aspectos de la teoría psicoanalítica a fin de determinar su particular pertinencia para nuestra comprensión de esta conducta adolescente. Quizá la entenderemos mejor si centramos nuestra atención en los destinos de la pulsión agresiva. Esta pulsión aparece con toda su intensidad en la adolescencia bajo múltiples y cambiantes formas, que van de la mentalización a la acción o, más precisamente, del sueño y la fantasía al asesinato y el suicidio. (Blos Peter, 2003 p.21).